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A mi ni me va, ni me viene, pero por comentar...

Las hormigas no saben nadar

Un reciente estudio realizado en la Universidad del País Vasco ha demostrado que las hormigas no saben nadar. Eso si, flotar flotan... por lo menos en el café. El estudio empírico, que no ha tenido nada que envidiar a las gili - investigaciones que se dan a conocer cada cierto tiempo, consistió en sacar de una máquina expendedora un café con leche.

Ya de primerás me pareció asquerosillo que tuviera tanto grumo y tanto poso, pero bueno, como lo que no mata engorda y estaba muy sobado, ni me fijé. Cuando vi las patas que tenían los posos, ya me preocupé un poco más y efectivamente, las cosillas negras se convirtieron en hormigas. Ver para creer.

El comentario del bedel no tiene desperdicio: "que quieres, si hay hormigas por todas partes". Contento podía estar, que no me habían cobrado extra. Si es que la juventud somos todos unos pijos.

En próximos post os comento otros estudios sobre los sandwiches de la máquina de al lado o de la fauna y flora de la cafetería. Ni en el National Geographic.

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