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A mi ni me va, ni me viene, pero por comentar...

Dime lo que ves, y te diré quién eres.

Llega el Otoño. Vuelve el fútbol, vuelve la venta de cosas absurdas por fascículos, y vuelve la llamada "televisión basura".

Gran Hermano. ¿Qué podría decirse de este singular programa? No sé cuántas ediciones llevan ya, pero desde luego, está claro que se superan año tras año. Tiene que ser difícil encontrar a tanta gente que venda su alma al diablo por un puñado de dólares. El caso es que es un filón, porque les sobran tantos "frikis" que los van repartiendo en todos los programas infumables derivados de GH, como La granja, que también tiene pinta de triunfar.
Seguro que para el casting utilizan el archivo del Diario de Patricia.

En fin. La verdad es que supongo que la televisión da al pueblo lo que el pueblo pide. Es curioso como todo el mundo reconoce abiertamente que no ve ese tipo de programas porque son perjudiciales para la salud mental y moral, aunque igualmente curioso resulta el hecho de que tengan una audiencia millonaria día tras día. Es lo que tiene la hipocresía, que es muy suya.

Ya no sé que me asusta más, si pensar que la televisión seguirá degenerando irremediablemente, o la realidad, triste pero cierta, de que la especie humana, lejos de evolucionar, aplaude las conductas que no requieren neuronas para ser llevadas a cabo.

Ahí queda eso.

El gato.

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