La unión hace la fuerza.
En estos tiempos que corren, todos los que nos incluímos dentro del sector masculino de la población, especialmente en Euskadi, somos conscientes de la tremenda dificultad que entraña la tarea de entablar una relación con el sexo opuesto. Lo que está claro, es que nadie nos va a regalar nada, así que creo que es mejor que unamos nuestras fuerzas por un bien común. Hagamos que Euskadi deje de ser "El país de nunca jamás" (nunca jamás vas a pillar cacho).
Por esta razón, y con la certeza de que parte de la culpa es nuestra, quiero aportar mi granito de arena a la causa, compartiendo con vosotros algunas de las claves para que un encuentro con una mujer fructifique, o cuando menos, no acabe en el más absoluto de los fracasos.
Atention, please:
1.- Evita poner cara de seco. A las mujeres les gustan los hombres con un rostro expresivo, que les dé alguna pista sobre cómo es la persona que acompaña a esa cara.
2.- Vístete de bonito. Ellas prefieren un hombre que cuida su armario y que se preocupa por su aspecto exterior. No hace falta que vayas siempre de traje y corbata. Bastará con asearse convenientemente y mirarse al espejo con un poco de criterio. Puedes dejarte barba de tres días. Eso te dará ese toque de chico malo que tanto les gusta.
3.- Las buenas maneras no pasan de moda. Abrirle la puerta del coche, no sentarte hasta que ella no lo haya hecho, decirle lo guapa que está... Una mujer nunca rechaza una muestra de adulación y cortesía. Es realmente efectivo, y no cuesta tanto, ¿verdad?.
4.- Dale conversación, a ser posible, interesante. Déjala que hable, así se irá sintiendo cómoda e irá bajando la guardia. Préstale atención, que note que sabes escuchar. Procura no hablar de tu pasado. Ellas prefieren a los hombres con planes de futuro e iniciativa.
5.- Cuando hables, utiliza de vez en cuando su nombre al principio o al final de tus frases. Está demostrado que respondemos más a nuestro nombre que a cualquier otra palabra, así que trata de captar su atención y tendrás la pelota en tu tejado.
6.- Siéntate frente a ella, inclinado ligeramente hacia delante, pero sin que parezca que vas a saltar sobre ella. Cambia de postura de vez en cuando, pero no juegues con los cubiertos, con el cenicero, ni nada parecido. Procura mirarle siempre a la cara, pero no demasiado fijamente, porque se sentirá agredida si lo haces. Si sueltas alguna broma o algún chiste ella pensará que estás agusto y eso la animará. Eso sí, ten cuidado a la hora de elegir el chiste.
Por el momento, creo que esto puede servir para que, al menos, no fracasemos en nuestro intento. Aunque no triunfemos a la primera, seguro que la chica en cuestión nos incluirá en su base de datos, que no es poco.
La verdad es que no sé con seguridad en cuál de los dos lados está el problema. Las mujeres no se molestan en ofrecernos información sobre las instrucciones para acercarnos a ellas, y si lo hacen, nos ponen todas las trabas del mundo para que dicho acercamiento llegue a buen puerto. Los hombres, por otro lado, no acaban de comprender que una mujer es mucho más que un cuerpo y una fregona.
¿Quién sabe? A lo mejor, si todos ponemos un poco de nuestra parte, conseguimos que en lugar de tener que derribar el muro que, parece ser, separa a hombres y mujeres, podamos establecer una vía que haga aumentar las posibilidades de intercomunicación entre ambos sexos. Está en manos de todos, y de todas.
Por si sirve de algo, está demostrado que los solteros tienen una menor esperanza de vida.
Ahí queda eso.
El gato.
Por esta razón, y con la certeza de que parte de la culpa es nuestra, quiero aportar mi granito de arena a la causa, compartiendo con vosotros algunas de las claves para que un encuentro con una mujer fructifique, o cuando menos, no acabe en el más absoluto de los fracasos.
Atention, please:
1.- Evita poner cara de seco. A las mujeres les gustan los hombres con un rostro expresivo, que les dé alguna pista sobre cómo es la persona que acompaña a esa cara.
2.- Vístete de bonito. Ellas prefieren un hombre que cuida su armario y que se preocupa por su aspecto exterior. No hace falta que vayas siempre de traje y corbata. Bastará con asearse convenientemente y mirarse al espejo con un poco de criterio. Puedes dejarte barba de tres días. Eso te dará ese toque de chico malo que tanto les gusta.
3.- Las buenas maneras no pasan de moda. Abrirle la puerta del coche, no sentarte hasta que ella no lo haya hecho, decirle lo guapa que está... Una mujer nunca rechaza una muestra de adulación y cortesía. Es realmente efectivo, y no cuesta tanto, ¿verdad?.
4.- Dale conversación, a ser posible, interesante. Déjala que hable, así se irá sintiendo cómoda e irá bajando la guardia. Préstale atención, que note que sabes escuchar. Procura no hablar de tu pasado. Ellas prefieren a los hombres con planes de futuro e iniciativa.
5.- Cuando hables, utiliza de vez en cuando su nombre al principio o al final de tus frases. Está demostrado que respondemos más a nuestro nombre que a cualquier otra palabra, así que trata de captar su atención y tendrás la pelota en tu tejado.
6.- Siéntate frente a ella, inclinado ligeramente hacia delante, pero sin que parezca que vas a saltar sobre ella. Cambia de postura de vez en cuando, pero no juegues con los cubiertos, con el cenicero, ni nada parecido. Procura mirarle siempre a la cara, pero no demasiado fijamente, porque se sentirá agredida si lo haces. Si sueltas alguna broma o algún chiste ella pensará que estás agusto y eso la animará. Eso sí, ten cuidado a la hora de elegir el chiste.
Por el momento, creo que esto puede servir para que, al menos, no fracasemos en nuestro intento. Aunque no triunfemos a la primera, seguro que la chica en cuestión nos incluirá en su base de datos, que no es poco.
La verdad es que no sé con seguridad en cuál de los dos lados está el problema. Las mujeres no se molestan en ofrecernos información sobre las instrucciones para acercarnos a ellas, y si lo hacen, nos ponen todas las trabas del mundo para que dicho acercamiento llegue a buen puerto. Los hombres, por otro lado, no acaban de comprender que una mujer es mucho más que un cuerpo y una fregona.
¿Quién sabe? A lo mejor, si todos ponemos un poco de nuestra parte, conseguimos que en lugar de tener que derribar el muro que, parece ser, separa a hombres y mujeres, podamos establecer una vía que haga aumentar las posibilidades de intercomunicación entre ambos sexos. Está en manos de todos, y de todas.
Por si sirve de algo, está demostrado que los solteros tienen una menor esperanza de vida.
Ahí queda eso.
El gato.
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Toño -